domingo, 1 de febrero de 2009

Viví un sueño de diez días

Atraído por fotos y relatos, y el estusiasmo del mismísmo Pablo Monteverde me decidí a recorrer el lago La Plata, en el extremo suroeste de la provincia de Chubut.

Hoy, ya con recuerdos a cuestas, me felicito por la decisión! El viaje fue redondo en mil sentidos. Desde el lugar en sí mismo, el clima, el grupo, el guía, mi música.... Todo esto, en su medida debida, fue haciendo del recorrido un viaje inolvidable para mí y para mis compañeros de aventuras.


Realmente es difícil transmitir con palabras y con imágenes todo lo vivido en un viaje de estas características. Es para recomendar. Si vas sólo, para conocer y disfrutar. Si vas con amigos, para compartir y divertirse. Si vas en pareja, para enamorarte de nuevo!

Fueron 10 días de caminata, algunos bravos, otros leves. Días calurosos y fríos. Soleados y nevados. De a poco fuimos descubriendo sus sendas casi escondidas, sus playas, sus árboles y sus secretos. Quisiera grabar todo en mi memoria, pero resulta difícil la tarea! Ayudado por mi cámara, un anotador y un simple bolígrafo pude registrar muchos momentos únicos del trek.

Imposible transmitir la sensación de estar sentado en la arena del fondo del lago, sólo contemplando la naturaleza, sentir el aire fresco en el rostro, la temperatura del agua, la textura de la arena, el sabor de la truchas frescas y de las frutillas silvestres...
Fueron pasando momentos: silencio en las caminatas, charlas, chistes y anécdotas en las paradas, grandes partidas de truco en el Mega, la lluvia, la nevisca, los mallines, los pies mojados y botas y medias embarradas. Hasta el gracioso monólogo de Sergio frente al fogón una noche de mucho frío.
Sólo me queda compartir imágenes de esta vuelta. Y volveré.

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